Lagarde dice que la inflación es demasiado alta y que el BCE debe mantener el rumbo
Según las actas de la última reunión del BCE, los funcionarios finalmente se comprometieron con un aumento menor de la tasa de interés junto con mensajes agresivos y una negociación sobre la reducción de la cartera de bonos de la institución.
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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó que la inflación sigue siendo demasiado elevada, y prometió que los responsables políticos no cejarán en su empeño de volver a situar el crecimiento de los precios en el objetivo fijado.
"La inflación, se mire como se mire, es demasiado alta", declaró Lagarde en Davos. "Mantendremos el rumbo hasta que hayamos entrado en territorio restrictivo durante el tiempo suficiente para que podamos devolver la inflación al 2% de manera oportuna".
Las minutas de la reunión del BCE del 15 de diciembre, publicadas el jueves, mostraron el difícil compromiso alcanzado por los responsables políticos, que acordaron ralentizar el ritmo de subidas de 75 a 50 puntos básicos a cambio de un compromiso de varias alzas de tasas de la misma cuantía.
Lagarde enfrentó preferencias por una respuesta inflacionaria más agresiva el mes pasado, y los funcionarios finalmente se comprometieron con un aumento menor de la tasa de interés junto con mensajes agresivos y una negociación sobre la reducción de la cartera de bonos de la institución, según las actas de la última reunión del BCE. "Un gran número" de funcionarios prefirió inicialmente un aumento de 75 puntos básicos, en lugar del movimiento de medio punto propuesto por el economista jefe Philip Lane, según la cuenta, publicada el jueves. Algunos finalmente aceptaron el paso más pequeño, acompañado de un compromiso público de Lagarde de más aumentos de ese tamaño en las siguientes reuniones.
A medida que los precios de la eurozona suben y los costos del gas natural se desploman, varios responsables de la política monetaria están considerando la conveniencia de una subida menor de los tipos tras la esperada de medio punto de febrero, según personas conocedoras de su pensamiento.
Pero con la inflación subyacente alcanzando un nuevo récord en diciembre y la economía resistiendo mejor de lo previsto tras el ataque de Rusia a Ucrania, muchos funcionarios siguen dispuestos a seguir adelante con las subidas de tipos para garantizar la derrota de la subida de precios más pronunciada de la era del euro.
Los miembros del Consejo de Gobierno Francois Villeroy de Galhau y Klaas Knot reiteraron en Davos que las declaraciones de Lagarde del mes pasado sobre la necesidad de subir los tipos medio punto a corto plazo siguen siendo válidas.
Contra las apuestas del mercado
Así, el Banco Central Europeo cargó el jueves contra las apuestas del mercado de que ralentizará el ritmo de subidas de las tasas de interés ante la reciente desaceleración de la inflación y la menor presión para seguir el ritmo de otros bancos centrales.
Los operadores recortaron en fecha reciente sus expectativas sobre cuánto aumentará el BCE los costos de endeudamiento, alentados por datos que mostraron una menor inflación tanto en la zona euro como en Estados Unidos y por rumores de menores subidas por parte de la Reserva Federal estadounidense.
No obstante, Lagarde y Knot afirmaron que los inversionistas están subestimando la determinación de la entidad para volver a situar la inflación de la zona euro, formada por 20 países, en el objetivo del 2%, frente al 9,2% del mes pasado.
La inflación en la zona euro se ha disparado en los últimos 18 meses, impulsada por una combinación de factores que incluyen una reapertura desigual de la economía mundial tras la pandemia del Covid-19 y un salto en los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
El crecimiento de los precios alcanzó un máximo del 10,6% en octubre, tendiendo a la baja desde entonces gracias en gran medida a las subvenciones y al descenso de los precios de la energía.